Kisho: Watashi no genjitsu no kyogi

¿Por qué siempre vuelvo a caer? Kisho no podía dejar de preguntarse eso mientras terminaba un boceto, el cual parecía una fotocopia del asiento vacío frente a él, pero esta vez no estaba vacío. Un chico con sudadera y vaqueros gastados miraba vagamente por la ventana del autobús. ¿Qué puede estar pensando? Kisho dudó, no creía que él fuese el tipo de persona que dejase a los demás saber que piensa, así que decidió no interferir en sus cosas y simplemente dio los últimos detalles.
Lo he intentado cientos de veces. Hoy mismo me he dicho que no lo volveré hacer... ¿por qué estoy tan atado a esto?
Arrancó la página y la colocó frente a él de forma que los bordes de los asientos y la ventana siguieran los del dibujo. Kisho suspiró y hundió la hoja en el aire, empapándola y dejando que el carbón se despegara del papel manteniendo su forma. El papel no tardó en deshacerse y los trazos a multiplicarse hasta dar con el efecto 3D, materializando a un chico descolorido y despreocupado mirando por la ventana.
Quizás le cansa esperar tanto para llegar a casa, o quizás no quiere llegar por algún problema familiar. Kisho volvió a suspirar, ¿de verdad tenía que estar pensando en algo irreal cuando él estaba viviendo en ese mismo instante? ¿Por qué no podría preocuparse él de lo que le aburre esperar todo el viaje desde el instituto hasta su casa en autobús? O de los problemas que hay en su familia.
Su familia... a veces él mismo se daba asco. ¿Por qué siempre que decide enfocarse un momento en su presente, sólo le venían sus meteduras de pata a la cabeza? Aún recuerdo ese día en el que hablando con... uhm... ah, no recuerdo su nombre, ¿sería Haize? ¿Quizás era Ninette? Bueno, ¿realmente importa? ¿Realmente estaba hablando sobre que yo dudaba amar a mi madre como se debe? ¿O a mi padre? Simplemente pensaba, pensaba en mis palabras y pensaba en su respuesta.
Kisho se daba asco, a veces pensaba que podría morir y realmente no podría arrepentirse de ello, por que, además de una familia que aunque se preocupaba por él, nunca intentaban entenderle, ¿quién podría echarle de menos? Todos son bocetos, simples trazos de tinta y carboncillo que deciden tomar forma y acompañarle hasta que él se cansa de ellos.
Supongo que es mi forma de evadirme y no tener que preocuparme por nada, de hacer y hablar de lo que a mi me apetezca si importar que pensará la otra persona, porque ella tendrá que pensar lo que yo quiero que piense de mi.
''¿Ocurre algo?'' pregunta el chico, porque Kisho decide que debe preguntarle y así poder entretenerse para dejar de darse pena a si mismo. Y ahora que lo piensa, debería ponerle un nombre aunque ahora mismo no tenía muchas ganas de ponerse a pensar en ello.
–No, simplemente pensaba, Jack –murmuró Kisho, diciendo un nombre al azar.
'Jack' asintió y volvió a mirar por la ventana.
Lo que yo decida, es lo que él piensa... se repitió Kisho en su mente, pienso que debería pensar en lo apagado que estoy hoy, en que parece que algo me preocupa pero es mejor no preguntarme porque yo no se lo contaría, porque siendo consciente de ello, no podría ayudarme ya que sólo podría decirme lo que yo quiero escuchar, lo que es un problema porque no sé cual es la solución al dilema que tengo ahora y siempre sobre mi.
Se frotó las sienes, cerró los ojos y suspiró. Era en momentos así cuando le gustaba recordarse porque sigue haciendo esto, porque aunque siempre se lo propone vuelve a hacerlo. A veces le deja de importar el hecho de que todo son trazos que cobran forma sólo para sus ojos y tienen voz para sus oídos.
Un chirrido y la fuerza de un frenado lo empujó hacia delante un poco lo sacó de sus pensamientos. Miró por la ventana para asegurarse de que era su parada y se levantó mientras volvía a colocar su cuaderno y lápiz en la mochila.
Se colocó la mochila en los hombros y miró un momento con desdén a 'Jack', que lo miraba esperando a que pensase lo que hacer con él. ¿Dejar que lo siga de camino a casa o borrarlo?
Kisho volvió a suspirar, levantando la mano hasta la cabeza del chico y como si estuviera acariciando el aire, trazó una linea pasando por su cabeza. Unas ondas surgieron de su pequeño trayecto, emborronando la tinta y desvaneciéndola a su paso.
Kisho bajó del autobús mordisqueandose el labio distraidamente mientras caminaba hacia su casa. ¿De verdad esto era simplemente visible para sus ojos? ¿Sólo pasaba en su imaginación?
Rebuscó en su mochila y sacó el cuaderno casi sin hojas y buscó por las últimas, y como había imaginado, 'Jack' estaba ahí, mirando vagamente por la ventana, como si nunca hubiera arrancado esa página. Pero Kisho lo recuerda tan perfectamente: el cuidado con el que él tiro de la pagina para solo desencajarla de la espiral para evitar romper el dibujo, el sonido del papel desgarrandose contra el alambre, como entrecerró los ojos para poder colocar el dibujo de forma que quedase perfectamente encajado en el asiento frente a él y la agradable sensación que sentía en la yema de sus dedos, como acariciando el agua, cuando hundía la hoja en el aire.
Pero estaba ahí, como si nada hubiese pasado. Siempre pasaba igual. Muchas veces había pensado en pedirle a alguien que mirara mientras lo hacia para comprobarlo, pero a quién le podría pedir semejante cosa. ¿Y si no lo veían? Pensarían que estaría loco. ¿Y si lo veían? ¿Cómo podría reaccionar? Las ideas más descabelladas corrían por su cabeza, ideas que Kisho personalmente no creía que fuesen a ocurrir. ¿Encerrado en una jaula de circo con un cartel en letras doradas: El chico que transforma los dibujos en personas? ¿Científicos haciendo pruebas de todo tipo con su cuerpo?
Kisho rió por lo bajo ante tal idiotez y cerró el cuaderno para meterlo de nuevo en su mochila.
Fuese lo que fuese, estaba ahí. Su imaginación o no, él lo sentía ahí. Y le llenaba por un momento, saber que no importa donde y cuando puede tener alguien a su lado.